domingo, 26 de junio de 2011

DE LA TRADICION A LA MODERNIDAD


La tradición es un marco de referencia que Jacobsen nunca olvidará, incluso cuando en el año de 1925 visita el Pabellón de l’Esprit Nouveau de Le Corbusier o el realizado por Melnikoff, también para la Exposición Mundial de París de aquel año, ni tampoco cuando en un viaje a Berlín realizado en 1928 descubre la obra de Mies van der Rohe y la de Walter Gropius.
El pabellón de que Kay Fisker presentó para aquella exposición y en el que colaboró Arne Jacobsen, era un claro exponente de la controversia que se estaba llevando a cabo. Por una lado, un exterior prismático y simple-una volumetría de grandes huecos y sencilla geometría con hiladas de ladrillo de diferente color siguiendo una tradición nacional- se diferenciaba de un interior en el que se mantiene presente el mundo de la tradición clasicista y del que podríamos intuir unas analogías con la Viena de principios de siglo.
Dentro de esta lógica próxima a la tradición, pero con algún aspecto de la modernidad, Jacobsen obtiene el diploma de arquitecto en 1927 gracias a un proyecto de un Museo Nacional en Klampenborg, y que obtuvo la medalla de oro de la academia.
Las primeras obras siguen este camino ambiguo donde podemos observar la clara influencia de la obra de de Nicolai Abilgaard (1743-1809) como es la casa que realiza en 1928 y que representa un claro ejemplo de una serie que realizó durante este periodo con un esquema similar: uno o dos plantas, cubierta inclinada de teja, paredes de ladrillo visto, composiciones simétricas, etc. Pero la influencia de Le Corbusier y de Mies Van der Rohe pronto se acusaría en la casa que el arquitecto se construye en 1929. Es una casa realizada en el nuevo estilo: cubierta plana, paredes exteriores lisas y blancas, ventanas corridas, etc. Pero la innovación sólo se remitía al tipo formal, ya que el tipo constructivo seguía siendo enteramente tradicional aunque disimulado para estar más acorde con el nuevo objetivo estético: el ladrillo era revocado y pintado, los dinteles metálicos, etc. La limitación tecnológica produjo una serie de problemas que posteriormente serían abordados con un esfuerzo de diseño por definir hasta el más íntimo de los detalles.